La escribiò Mauricio Magdaleno.
Yo, señores de CONACULTA, NO HE
PERDIDO las PALABRAS: LAS RECOBRO
Y LAS UTILIZARÉ HASTA LOGRAR QUE
LA BIBLIOTECA DEL INMORTAL JORGE
DENEGRE VAUGHT, CAMPECHANO
LEGíTIMAMENTE ORGULLOSO DE SU
PATRIA, SEA ACOGIDA por el señor
Presidente, PARA LA BIBLIOTECA JOSÉ
VASONCELOS, LUGAR PARA LA QUE
TIENE UN MUY MERECIDO
DERECHO PROPIO.
Es altamente improbable que distinguidos
bibliófilos y escritores de la
talla de Krauze, José Emilio Pacheco, y
otros que han comentado elogiosamente
la obra de Jorge Denegre no CONFIRMEN
que el hombre que hizo la historia de todo
Campeche: Calkiní, Hecelchakán, Carmen,
Hopelchén, Champotón, Escárcega,
Calakmul, Escárcega, Candelaria, Tenabo,
Palizada, Isla del Carmen, su historia
geopolítica, económica, jurídica, social,
arqueológica, geológica, marìtima,
artesanal, religiosa, pirática, etc. <todo lo cual lo realizó a sus costillas, sin ningún apoyo económico oficial o privado, en un viaje de estudio-- al que lo acompañé-- que duró casi diez años, dejando a un lado negocios y otros intereses>; que publicó 30 obras,
crónicas, libros inéditos, manuscritos
de próceres de la Reforma, de las guerras
con los Estados Unidos, Francia, España,
con estudios prolijos y eruditos de ilustres
paleógrafos de la estatura de Agustín
Millares Carlo, el propio José Vasconcelos
--quien prologó la obra trascedental sobre
Ricardo Flores Magón "..y su actitud en la
Baja Califo0rnia", acto de divina justicia
digna de la pluma del Maestro de América
y que mucho honró a nuestra Editorial
Academia Literaria-- y autor de sendas
obras sobre Piraterías e infinidad de
catálogos bibliográficos de todas las
etapas de la Historia de México, en la cual
sobresale sus encomiables "Apuntes para
una Bibliografía de Rivera Cambas" <obra
ensalzada como prodigiosamente
impresionante por el erudito y célebre
Gibson>,
no sea CONSIDERADO COMO UN
INTELECTUAL de gran valor en los anales
patrios...
Lo ha sido por prestigiosos académicos de la Lengua y de la Historia, tales como José ROGELIO ÁLVAREZ, GUILLERMO TOVAR Y DE TERESA, FERNANDO BENITEZ, ANTONIO POMPA Y POMPA y tantos otros que han desfilado por esta galería de invitados de Honor.
Más aún, en la lista de integrantes de tal Consejo no me parece que haya ningún paleógrafo, bibliógrafo o polígrafo de mediano prestigio, sino, más bien, aficionados a la historia, poetas y novelistas noveles, con la excepción de quienes he puesto arriba.
Por eso, señores, estoy ya elevando mi impugnación y queja ante el señor Presidente de la República, porque se está cometiendo una cruel, blasfema y humillante injusticia en contra de un trío de ancianos que han estado a cargo de la preservación de semejante tesoro bibliográfico, acto inicuo y bárbaro que no se merece la celebridad inmortal de José Vasconcelos ni el prestigio que cruza el pantano y no se manche del intelectual campechano de pura ralea que ciertamente sí es--como pone el señor licenciado Fernando Álvarez del Castillo A., a quien adelante pongo su malintencionado y corrosivo discursito de fecha 16 de agosto del año actual en parangón y antítesis, contrariu sensu, pues fue el Lic. Jorge Denegre Vaught Peña preclaro conformador de una incomensurable biblioteca que abarca tres grandes edificios, "biblioteca de un gran intelectual mexicano cuya figura y aportación a las ciencias, las artes o la cultura representa un vínculo estrecho con la vida de los mexicanos y cuya biblioteca fue parte, también de su obra".
Y, hago énfasis aquí, NO ES POSIBLE, ni se puede tolerar, que una institución tan cercana a la oficina presidencial, por decisión del propio Felipe Calderón ni siquiera transparente este inicuo acto, pues de explorado derecho es que "la opinión del Consejo asesor de Bibliotecas Mexicanas" debe de ser un acto escrito, firmado y oficial. Ningín consejo puede rendir un veredicto en que se presuma completo acuerdo, por unanimidad y que no se ajuste al principio jurídico, democrático y ordenado por la Ley de Transparencia en que tal pronunciamento conste por escrito.
Asimismo,ningún colaborador o servidor público que represente a la autoridad tiene delegado poder omnímodo y, por ende, no deja de ser RESPONSABILIDAD del ejecutivo los actos contrarios a Derecho y a la equidad que ellos cometan, abusando de las facultades otorgadas de modo limitativo y, además, por cierto, tampoco están eximidos dichos ayudantes de las responsabilidades de los funcionarios expresas en la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Todo lo anterior, porque de ningún modo, menuda cosa es, que una biblioteca de la magnitud que ya ha sido evaluada por la perita en libros recomendada por CONACULTA, AMALIA PORRÚA, y que supera con creces los ditirambos y adjetivos superlativos que estoy utilizando, mind you, quede al garete por caprichosas y sospechosas decisiones unipersonales, pues así queda: quien firma es un Director General de Bibliotecas y no se apoya en documento alguno en que se exprese la voluntad de un Consejo anónimo y que no pone ninguna firma en el comunicado DGB/09392/2011.
Nada decir, que hasta la fecha la señora encargada de los menesteres de CONACULTA, CONSUELO SAIZAR, no se ha dignado ni dar la cara, ni presentarse, ni ha mostrado interés alguno por esa riqueza bibliográfica que debe cuanto antes adquirir la nación, según el expresado propósito presidencial.
Todo lo anterior porque no se trata de un particular. Es un organismo gubernamental que tiene la alta responsabilidad de cumplir con un cometido y una orden presidencial que el propio Calderón expresó de la siguiente manera:
NO SE CONFUNDAN: SER INTELCTUAL
DE VALÌA NO SIGNIFICA SER SERVIDOR
PÚBLICO, BURÓCRATA O MERITORIO DE
ENCARGADOS DE LA ADMINISTRACIÓN
DE LA CULTURA, CASI SIEMPRE
PASAJEROS, INEPTOS E INCULTOS.
ESO SÌ NO FUE JORGE DENEGRE
VAUGHT PEÑA. NUNCA FUE
POLITICASTRO NI SERVIL CON LAS
GENTES DEL PODER transitorio,
TEMPORAL e, IGUALMENTE, CASI
SIEMPRE DESHONESTOS, carentes de
principios básicos de Ética monda y
lironda y ni siquiera a la altura de la Ética
vasconcelista. Don Jorge fue honesto e
integérrimo, tal como José Vasconcelos
ES MÁS BIEN UN ACTO FALTO DE ÉTICA
EN QUE SE PRETENDE HUMILLAR A LOS
HEREDEROS DE SU BIBLIOTECA
INMENSA NINGUNEANDO AL PATRIARCA
PARA INTENTAR OCULTAR QUE EL
PRESUPUESTO DEDICADO A LA
ADQUISICIÓN DE OBRAS
BIBLIOGRÁFICAS DE GRAN
IMPORTANCIA PARA EL PAÍS--COMO
DESEA EL SEÑOR PRESIDENTE-- SE
INVIERTA EN LA COMPRA DE
COLECCIONES DE MUCHO MENOS
VALÍA presumiéndose fines lucrativos
oscuros.
Por eso, seguiremos con la crònica de las vivencias de don JORGE DENEGRE VAUGHT PEÑA:
Viernes tras viernes, Los Venéreos se reunìan, primero en el Deportivo Italiano y, luego, en el Suizo. Allì llegaban Mauricio, Salvador Azuela, los hermanos Hiriart, Silvia Molina (hija del que fuera gobernador de Campeche Hèctor Pérez Martínez y lleva el apellido de su esposo), Juan Bustillo Oro, el genial y prolìfico cineasta, autor de una obra clave para entender la saña con la que el gobierno federal persiguo y asesinó a los jòvenes vasconcelistas. ^pr eso es que tanto Juan Bustillo como Mauricio Mafdaleno pudieron--uno como guionista y el otro como director cinematográfico, proudicr pelìculas que hicieron la Historia fìlmica de México.
¿Cómo lograron estos jóvenes dramaturgos tener una visión tan completa de los problemas que México iba a tener en el futuro? Hay que recordar que Bustillo Oro y Magdaleno participaron en el Vasconcelismo, el fracasado movimiento político que intentó cambiar los destinos históricos de México con la candidatura de José Vasconcelos a la presidencia de este país en 1928. Hay que citar que Rodolfo Usigli también militó en el Vasconcelismo. Los temas de estas obras teatrales apuntan a los problemas más importantes que setenta años después seguimos en mi país sin solución: el petróleo, la emigración, la corrupción, Chiapas, y la relación de México con los Estados Unidos, etc.
Entre estos y otros brillantes intelectuales, pintores, artistas y magnos escritorEs, JORGE DENEGRE VAUGHT PEÑA, alternó con otros intelectuales que, además, lo visitaban en su biblioteca, tales como Enrique Krauze, Hugo Hiriart, Silvia Molina, el propio Mauricio Magdaleno, los Azuela y casi todos los venéreos (por haber escogido los viernes para su tertulia).
Principalmente, llegaba allì el tío del magnate Slim, (hermano de su madre) y escritor y ávido lector de noveles policiacos y detectivescas.
Principalmente, llegaba allì el tío del magnate Slim, (hermano de su madre) y escritor y ávido lector de noveles policiacos y detectivescas.
Asì Jorge Denegre continuaba sus relaciones con ela enorme herencia cultural que habìa dejado el Maestro de América, pues en el edificio que se erigió para la Secretaría de Educación Pública , cuando el secretario ya no era Vasconcelos sino Gual Vidal, campechano, Jorge comenzò a vender libros que primero leía y luego ponìa en un tendido en el patio principal, al tiempo que Diego Rivera pintaba su monumental mural, siguiiendo la pauta trazada por el Ulises Criollo de dejar los muros para que los pintores dibujaran la historia de México, según la perspectiva de Clemente Orozco, Rufuno Tamayo, Alfaro Siqueiros, Fermín Rivera, Fernando Leal y tantos otros.
Mientras Denegre, pues, comenzaba a vender y coleccionar libros para su gigantesca biblioteca histórica, José Vasconcelos, desde los Estados Unidos, se acordaba de la tierra natal de Jorge, Campeche. En las tres novelas autobiográficas fundamentales, y principalmente en el Ulises Criollo, el maestro ponderaba el ambiente en que Denegre creciò y se fortaleció con la cultura que emenaba de los intelectuales y maestros de la ciudad amurallada.
"Los profesores eran, en general, superiores a lo que antes había conocido. Reclutados entre los profesionistas distinguidos de la ciudad, cada uno trabajana por afición, ya que el sueldo era mísero. No pocos prestaban sus servicios grauitamente, según tradición honrosa de amor a la cultura y servicio ."
Por cierto, no era distinto en la Universidad Nacional a la que Vasconcelos había puesto el elma de "Por mi raza hablará el espíritu", pues tanto Jorge como Lìvingston tuvieron maestros que no cobraban y para los que era un orgullo ser catedráticos de la Preparatoria Nacional y de la Facultades, cumpliendo con el mensaje del Maestro: Les pìdo que vengan a servir y no se sirvan de la Universidad.
Continúa Vasconcelos: "Los de Campeche, fáciles de trato, "campechanos", no eran para estarse cultivando rencores ni de religión ni de política."
Pero si les moia, a jóvenes como Denegre (de 16 años) la historia pirática de su terruño:
A CAMPECHE:
Pero si les moia, a jóvenes como Denegre (de 16 años) la historia pirática de su terruño:
A CAMPECHE:
Baña el mar tu playa nacarina,
besa tus palmas brisa perfumada,
te cobija una comba azul divina;
eres ciudad sutil, pero embrujada.
Eres ciudad de grande bizarría
riman en ti lo actual y lo pasado
vives alegre y con melancolía,
eres un cielo azul, pero nublado.
En tus noches clarísimas de plata
vibra un recuerdo de homérica alegría,
cuando tu playa se tiñó de escarlata
Al rechazar con terrible valentía
a una turba vandálica y pirata
los hijos de tu púgil hidalguía.
JORGE DENEGRE VAUGHT,
publicada en el peiódico Iris, del cual era el Director y como dice José Rogelio Álvarez:
"Para fundar el orgullo que le suscita ese legado, el autor se remite al semanario Iris que don Jorge publicó en Ciudad del Carmen a mediados de la década de los años treinta. En esa época y en la provincia, era frecuente que un solo hombre, movido por el noble impulso de expresar su verdad, desempeñara los oficios de reportero, redactor, editorialista, publicista y director de una publicación. Si el convertir estas tareas en una es de suyo admirable, mayor encomio merece que su ejecutor haya sido un joven de 17 años de edad. Asociado a la precocidad, sorprende encontrar en las páginas de aquel impreso el sabio balance entre las buenas y malas noticias: aquéllas, las informaciones siempre útiles que contienen los anuncios y éstas, los sucesos que ordinariamente conmueven a la sociedad, aunque la principal orientación del editor responsable era la crítica al mal gobierno. Se combinan así los llamativos reclamos publicitarios en verso, las notas rojas y las censuras a los "vampiros civiles". El autor exalta el talento y el valor de su padre, cuyos pronunciamientos democráticos le costaron el destierro.
"Lívingston maneja a contrapunto pasajes de su propia vida y capítulos de la biografía de Don Jorge. Por eso aparecen en su prosa cortes sorpresivos, escenas que se van ligando a saltos, contrastes que acentúan la distancia y a la par estrechan la proximidad de uno y otro destinos. A los párrafos en que imperan el riesgo y la violencia, siguen otros que reproducen la morosa delectación de quien recorre con avidez una biblioteca y va asomándose a los libros con el ánimo predispuesto a los hallazgos afortunados. En un ámbito así se inició la placentera, trabajosa y bienhechora tarea de don Jorge como lector, librero, animador de tertulias, abogado, bibliófilo, editor, autor y desinteresado orientador de todos cuantos han querido penetrar o andan perdidos en el infinito mundo de la letra impresa.
"A estas noticias evocadoras, sigue un estudio de contenido del periódico Iris, en cuyas páginas sobresalen las impugnaciones al reyezuelo local, a los caciques y al señor dueño del Estado, pero intercalados en este análisis el lector encuentra referencias, reflexiones surgidas por asociación de ideas, incorporadas al discurso según las van empujando los recuerdos...Esta parte de la obra presenta en caleidoscopio la vida de Ciudad del Carmen hace sesenta años, rinde homenaje a don Jorge y revela varios aspectos de la personalidad de Lívingston, escritor deliberadamente descuidado y a menudo efectista, experto en medios de comunicación, profesor universitario y agente diplomático en el exterior, de cuya experiencia derivó su gran amplitud de criterio."
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